Tras los recientes y penosos decesos de vecinos de Los Santiagos y del Tecolote y con el temor de no contar con la presencia de Rodolfo Muñoz "el Santiago", que convalecía tras sufrir el aparatoso y grave accidente que puso en riesgo su vida, la víspera parecía no ofrecer un buen panorama para la fiesta, pero finalmente la celebración a Santo Santiago llegó, y con ella el jolgorio de los Tastuanes que como cada año en esta fecha se enfrentaron a Santiago representado una vez más por Rodo, que haciendo gala de su fe y estrenando espada, se dió gusto "cuereando" a cuanto greñudo se le puso enfrente.
Este día, bajo un sol calcinante, transcurrió la festividad del día 25 con gran cantidad de visitantes que se dieron cita en la capilla para saludar a Chaguito y dar muestras de su fe y devoción.
Por la mañana a las 8:00 tuvo lugar la primera misa. La segunda a la 1:00 de la tarde, tras de la cual, comenzaron las escaramuzas. Los Tastuanes presentes recibían como es su costumbre a los que se iban integrando derribándolos y haciéndoles morder el polvo. Pronto se congregó una buena cantidad de ellos, los cuales corretearon gallinas para en disputa atraparlas.
Luego apareció Santiago a lomo de su caballo blanco y comenzó a combatirlos. Los Tastuanes sin importar el calor asfixiante, retozaban frente al caballo retando al Santo y en medio de gruñidos y sonidos guturales le desafiaban, para finalmente ante la superioridad del jinete, interponer su machete de madera entre su espalda y el viaje de la espada metálica y eludir así el castigo a su osadía.
Luego, mientras Santiago descansaba a su caballo y cobraba las mandas ofrecidas a Chaguito por los fieles, fue llegando el cargamento de artillería: las tunas, mismas que servirían como proyectiles en la guerra de los tunazos, que antaño enfrentaba al bando de los solteros con el de los casados.
Llegado el momento, el enfrentamiento se dió con tal furor, que abundaron las balas perdidas que hicieron blanco en no pocos civiles de la multitud testigo de la batalla, algunos de los cuales no podían ocultar los impactos marcados en la ropa con tremendas manchas de sangre de tuna y cantidad de aguates.
Acabado el enfrentamiento sin vencedores ni vencidos, y sin recoger aún el campo de batalla tapizado con los restos de las tunas, se iluminó el cielo de Los Santiagos con los fuegos artificiales de los cohetes, los toritos y el hermoso castillo, para finalmente dar paso al cierre de la celebración con el Baile amenizado con los acordes de La Puerta Negra y la Banda de Calvillo.
Con la concurrencia de todos terminó felizmente la fiesta grande de Santo Santiago en Los Santiagos, Jalpa, Zacatecas, y aunque a lo lejos aún se escucha el sonsonete del tambor de los Tastuanes, que se alistan en El Tuitán y Palmillos, aquí en Los Santiagos habrá que esperar un año para volver a gozar ¡La Fiesta!
Ya solo faltan 362 días...